Despido Interior y su implicancia en la desmotivación en el trabajo
El sector agrícola, no es ajeno a las transformaciones que viven el resto de las industrias y las organizaciones en la Argentina, en las que el factor humano es clave en el desarrollo y crecimiento de las mismas.
Lofti El-Gahndouri, en su libro EL DESPIDO INTERIOR, nos invita a reflexionar acerca del fenómeno desmotivacional que afecta a las personas en el mundo de las organizaciones. Frente a esto, se nos presenta una pregunta: ¿qué podemos hacer para escapar a este fenómeno y lograr el máximo potencial de las personas en nuestras organizaciones?
Los alemanes acercaron este concepto al mundo del trabajo, y en base a ello, tenemos al alcance de la mano, valiosos resultados de investigaciones, que nos ayudan a reflexionar y a gestionar acciones dentro de los equipos de trabajo.
Podemos decir que el Despido Interior es “la renuncia a poner empeño en el trabajo… es el resultado de un largo y complejo proceso de vivencias negativas en el trabajo”
¿Pero qué dispara este proceso?
Los desencadenantes, pueden ser tanto internos como externos. Las causas pueden ser tan variadas, como variada es la existencia humana; pero podemos identificar 3 patrones: falta de realización, de reconocimiento y de contribución.
Es justamente el equilibrio entre nuestras necesidades de realización, reconocimiento y contribución, lo que favorece al desarrollo de una vida emocionalmente sana y asegura la máxima entrega en nuestras tareas. Cuando este equilibrio se rompe, aparece el fenómeno de Despido Interior que pone a prueba la capacidad de resiliencia laboral y la empatía de los jefes para trabajar sobre las personas afectadas por el fenómeno.
Brevemente, podemos definir cada una de las etapas del proceso, del siguiente modo:
- LA ENTREGA: fase de mucha creatividad y pro actividad. Suele coincidir con la llegada a un nuevo trabajo.
- COMPROMISO: en esta etapa, nos limitamos a hacer lo que se nos pide, cumplir con las responsabilidades.
- PARTICIPACIÓN: en este nivel, estamos cayendo en una rutina. Ya no somos ni proactivos ni participativos. La organización ya percibe que nuestro desempeño no es el mismo, y nosotros ya no nos sentimos felices en nuestro trabajo.
- RETIRADA: en esta etapa, nos retiramos para rebelarnos contra la organización. Nos convertimos en rebeldes pasivos.
- RESIGNACIÓN: en este nivel, nos rendimos, tiramos la toalla y pensamos que no vale la pena luchar. Este estado puede llevarnos a la depresión o podemos reanimarnos y volver a la superficie.
Como líderes es clave conocer el funcionamiento orgánico de este fenómeno, hacerlo consciente y saber que como fenómeno humano, las personas que trabajan en nuestros equipos no están exentas de atravesarlo.
Si imaginamos una escalera descendente que grafique estos estadios, ¿en qué peldaño ubicarías a cada persona de tu equipo?
Sobre el autor
Lic. Eugenia Pacetti
Lic. En Comunicación Social con Orientación en Investigación y Planificación de la Comunicación (UNC), especializada en RRHH (UCC) Diplomada en Coaching, Liderazgo e Inteligencia Emocional (UESiglo21). Certificada como Coach internacional (ICC) Especialista en entrenamiento y comunicación organizacional, con dos décadas de experiencia en empresa multinacional, Pymes , y especialista en temas de felicidad y bienestar organizacional.