La innovación es la capacidad de implementar ideas que aporten valor y generen novedad para la persona, empresa o sector para el que se creó. Para lograr tal fin, la persona y equipo deben detonar su creatividad para generar diversas ideas, priorizarlas de acuerdo con el criterio que persigan y, con posterioridad, ejecutarla en la realidad evaluando su impacto positivo.

Las nuevas configuraciones sociales y del mercado, como el desarrollo tecnológico, las nuevas demandas de los consumidores, las necesidades por ampliar el nicho de mercado, el objetivo de ganar mayor rentabilidad del negocio, la intención de diferenciarse del resto, obligan a los dueños de empresas, gerentes y líderes de proyecto a pensar la forma en que llevarán adelante acciones innovadoras que respondan al nuevo escenario social y comercial.

Empieza aquí la necesidad de comprender y valorar que la creatividad e innovación, además de ser estrategias claves para el desarrollo de nuevos proyectos requieren de un entrenamiento previo, para poder dar a luz las nuevas ideas que tanto se buscan.

Esto conlleva, considerarlas dentro del conjunto de habilidades blandas o Soft Skills, herramientas básicas para incursionar exitosamente en las organizaciones, sumando a que el entrenamiento en innovación se vuelva clave en las gestiones operativas y estratégicas de cualquier profesional.

La buena noticia, es que hoy todos podemos mejorar, potenciar y aprender nuevas formas de generar ideas, e innovar en categoría o lugares donde antes se pensaba como algo rígido y fijo, pero hoy requiere de cambios y dinamismos.

¿Es lo mismo el concepto y aplicación de la creatividad y la innovación?

No. La creatividad es una habilidad neurocognitiva de nuestro cerebro que puede ejercitarse y facilitarse mediante técnicas y nuevos saberes para que, una vez que se obtienen ideas valiosas, llevarlas al plano real, es decir el de la innovación. Esta última es entendida esta como la capacidad personal y empresarial de implementarla y gestionarla con los recursos y capacidades que se dispongan.

Por lo tanto, mediante la creatividad e innovación se puede arribar al diseño de nuevos proyectos y mejoras de procesos dentro de las organizaciones, mientras que, en nuestro plano personal, permite ampliar nuestra forma de pensar optimizando la toma de decisiones. El punto será que su implementación aporte valor, generen novedad para la persona y comunidad, a la vez que permite a la empresa, una mejor y nueva forma de competir en el mercado, posibilitando una rentabilidad superior.

La innovación trae consigo diversos impactos positivos y beneficios para la persona y entorno donde se aplique. Desde una visión macro, al existir un nuevo negocio o forma de competir distinta, la economía circula y la empresa adquiere una nueva ventaja competitiva; mientras que, desde lo micro, la persona mejora sus habilidades blandas a la vez que gana mayor salud cognitiva al haberse entrenado en creatividad, ergo, su cerebro se activó y está más fuerte.


Sobre el autor

Cristian Balmaceda

HR Business Partner. MBA Maestrando en Administración de Empresas. Consultor en cambio e innovación. Especialista en Neurociencias Cognitivas y Cognitive training. Diplomado en Creatividad e Innovación y en Innovación educativa. Docente destacado 2019 de Entrepreneurship UES 21. Docente de Innovación para nuevos negocios en UES 21. Director de la certificación en Innovación estratégica de la UTN FRC. Docente de Neuromarketing para el desarrollo de negocios UCC. Co-Founder de InnoBrain.


Cristian Balmaceda es profesor del curso “Creatividad e innovación”
Si querés conocer más sobre el curso hacé click en el siguiente botón:

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