En la elaboración de productos cárnicos, la ciencia y la tecnología se combinan para alcanzar un objetivo común: lograr alimentos seguros, estables y de calidad constante. Cada componente de una formulación tiene una función específica, y los aditivos alimentarios son parte esencial de ese equilibrio. 

Lejos de ser elementos secundarios, los aditivos permiten conservar, estabilizar y optimizar las propiedades sensoriales y físico-químicas de los alimentos. Su uso responsable, regulado y técnicamente justificado constituye una herramienta indispensable para la industria moderna. 

En esta nota, docentes del curso: Ingredientes y Aditivos en la Industria Cárnica de AgroGlobal explican los tres grandes grupos de aditivos más utilizados en la elaboración de alimentos de origen animal: estabilizantes, espesantes y conservadores. Comprender su rol es clave para interpretar cómo la tecnología interviene en la calidad final de los productos y por qué su manejo requiere una formación técnica específica. 


ESTABILIZANTES: CONSERVAR LA ESTRUCTURA Y LA APARIENCIA DEL PRODUCTO 

Los aditivos estabilizantes se utilizan para mantener la textura, el aspecto y la consistencia de los alimentos. En los productos cárnicos, su aplicación es determinante para garantizar que las emulsiones se mantengan uniformes, las proteínas retengan agua y la estructura del producto conserve su forma durante el almacenamiento o la cocción. 

Entre los estabilizantes más empleados se encuentran los fosfatos, compuestos derivados del ácido fosfórico que se obtienen a partir de sales de sodio, potasio o calcio. Su origen suele estar en rocas naturales, como las que se extraen en Marruecos, y su aplicación en la industria alimentaria está regulada por normativas internacionales. 

Según el número de átomos de fósforo que contienen, los fosfatos se clasifican en: 

Su función principal es incrementar la capacidad de retención de agua (CRA), mejorar la unión de proteínas, estabilizar emulsiones y evitar la pérdida de humedad durante los procesos térmicos. Estas propiedades influyen directamente en la jugosidad, el color y la textura de productos como fiambres cocidos, embutidos o carnes reestructuradas. 

ESPESANTES: CONTROLAR LA TEXTURA Y LA SENSACIÓN EN BOCA 

Los aditivos espesantes son sustancias que se añaden para aumentar la viscosidad de los alimentos y mejorar su textura sin modificar significativamente su sabor, color o aroma. En la industria cárnica, su función está vinculada con la percepción sensorial del consumidor: una textura uniforme y estable transmite calidad, frescura y valor agregado.  

Dentro de este grupo, los hidrocoloides son los más representativos. Son compuestos naturales de alto peso molecular, generalmente polisacáridos, capaces de formar soluciones o geles en contacto con el agua. Por su comportamiento, se los considera fibras solubles y su función es captar agua libre, reducir su movilidad y generar una estructura más estable dentro del producto. 

Su eficacia depende, en gran medida, de su solubilidad y dispersión. Una correcta incorporación evita la formación de grumos y garantiza que cada partícula se hidrate por completo, lo que determina el rendimiento final. Para lograrlo, suelen aplicarse técnicas como: 

En función de su comportamiento, los hidrocoloides pueden clasificarse en: 

Gracias a estas propiedades, los espesantes permiten controlar la textura, mejorar la cohesión de las proteínas y estabilizar las emulsiones en productos como hamburguesas, mortadelas o salchichas.  uniformes y funcionales. 

CONSERVADORES: SEGURIDAD, INOCUIDAD Y VIDA ÚTIL 

Los aditivos conservadores son esenciales para prevenir el deterioro de los alimentos y proteger la salud del consumidor. Su función es limitar el crecimiento de microorganismos —bacterias, levaduras o mohos— que pueden alterar las propiedades sensoriales o causar enfermedades. 

Las alteraciones microbianas dependen de múltiples factores: tiempo, temperatura, pH, presión osmótica y contenido de agua libre. Conocer estos parámetros permite establecer estrategias de control efectivas, en las que los conservadores se integran con otros métodos como la refrigeración, la congelación o los tratamientos térmicos. 

Sin embargo, la eficacia de un conservador no es universal: depende de la matriz del alimento. La actividad de agua, el pH, la composición y la solubilidad del aditivo influyen directamente en su rendimiento. Por eso, antes de aplicarlos, es necesario realizar pruebas de inhibición y ensayos de laboratorio, que orienten sobre el tipo y dosis adecuados para cada formulación. 

Este trabajo experimental es clave para lograr un equilibrio entre seguridad alimentaria, estabilidad del producto y aceptación sensorial, evitando tanto el uso excesivo como la dosificación insuficiente. 

El uso de aditivos en la industria cárnica es un claro ejemplo de cómo la ciencia aplicada contribuye al desarrollo de alimentos de calidad. Cada grupo —estabilizante, espesante o conservador— responde a una necesidad tecnológica específica, y su aplicación requiere comprender la interacción entre ingredientes, procesos y condiciones de elaboración. 

Por eso, la formación técnica es esencial para quienes trabajan en plantas elaboradoras, laboratorios de desarrollo o áreas de control de calidad. Conocer las funciones, mecanismos y límites regulatorios de los aditivos permite diseñar productos más seguros, eficientes y sostenibles. 

FORMACIÓN Y PROFESIONALIZACIÓN EN AGROGLOBAL 

En AgroGlobal, entendemos que la calidad de los alimentos comienza con el conocimiento. A través del Curso Ingredientes y Aditivos en la Industria Cárnica, ofrecemos una propuesta integral que combina fundamentos químicos, tecnológicos y normativos para el uso responsable de aditivos en alimentos de origen animal. 

El programa aborda los aspectos funcionales y regulatorios, brindando herramientas prácticas para optimizar formulaciones y procesos industriales, desde la teoría hasta su aplicación en planta. Está orientado a profesionales técnicos, estudiantes y operarios que buscan actualizarse y fortalecer sus competencias dentro del sector. 

Desde nuestra plataforma educativa promovemos una visión que integra innovación, sustentabilidad y desarrollo profesional, consolidando una Comunidad AgroGlobal cada vez más sólida y comprometida con la mejora continua. 


Ing. María Laura Aparicio

Ingeniera Química

Es Ingeniera Química (UBA) y titulada también como Profesora en Ingeniería Química (USAL)

Profesora adjunta en la carrera de Ingeniería en Alimentos (UNSAM) y Docente de Tecnología cárnica en MITA – Master Internacional en Tecnología de los Alimentos (UBA – Università degli Studi di Parma)

Capacitadora en tecnología cárnica en empresas específicas del sector cárnico. Capacitadora en BPM y Manipulación de Alimentos en empresas del sector alimentario en general.

Actualmente trabaja en MIT MAQUINARIAS SA como responsable de la división ingredientes y aditivos. Es especialista en Ciencia y Tecnología de los productos cárnicos con más de 25 años trabajando en frigoríficos y empresas proveedoras de los mismos. Amplia experiencia en formulaciones de productos cárnicos, selección de ingredientes y aditivos y de maquinarias y diseño de procesos.


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