La trazabilidad dejó de ser una herramienta opcional para transformarse en un requisito estructural de la producción ganadera moderna. La reciente Resolución 841/2025 del SENASA, publicada el 31 de octubre en el Boletín Oficial, marca un nuevo punto de inflexión: la implementación obligatoria del Sistema Nacional de Identificación Electrónica para bovinos, bubalinos y cérvidos a partir del 1 de enero de 2026.
En esta nota, AgroGlobal analiza los principales puntos de la medida, sus implicancias técnicas y productivas, y el impacto que tendrá en la competitividad y la transparencia de la cadena cárnica argentina.
UNA NUEVA ETAPA EN LA TRAZABILIDAD
La resolución establece que todos los terneros y terneras deberán ser identificados electrónicamente antes del destete o del primer movimiento. Esta medida busca fortalecer el control sanitario, la trazabilidad individual y la integridad de los datos que acompañan a cada animal desde su nacimiento hasta su destino final.
A partir del 1 de diciembre de 2025, se prohíbe la comercialización de caravanas exclusivamente visuales. En su lugar, el sistema adoptado funcionará bajo un binomio obligatorio, compuesto por:
1️⃣ Una tarjeta visual (ubicada en la oreja izquierda).
2️⃣ Un dispositivo electrónico (ubicado en la oreja derecha o dentro del animal), que podrá ser:
- Botón RFID
- Bolo ruminal RFID
- Microchip inyectable

Cada animal tendrá una identificación única y permanente, asociada al Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) y gestionada a través de los sistemas digitales oficiales del SENASA: SIGSA y la aplicación móvil SIGBIOTRAZA.
FECHAS CLAVE
📅 1 de diciembre de 2025
Cesa la venta de caravanas visuales.
📅 1 de enero de 2026
Comienza la identificación electrónica obligatoria de terneros/as bovinos, bubalinos y cérvidos.
A partir de entonces, todo animal sin identificación electrónica no podrá movilizarse ni permanecer en el establecimiento de origen después del destete, y los productores deberán declarar la información dentro de los 10 días hábiles posteriores a la colocación del dispositivo

RESPONSABILIDADES DE CADA ESLABÓN
El nuevo sistema involucra a todos los actores de la cadena:
👨🌾 Productores:
- Deben identificar los animales al destete o antes del primer movimiento.
- Registrar la información (sexo, raza, fecha de nacimiento) en SIGSA o SIGBIOTRAZA.
- Mantener actualizadas las existencias pecuarias y novedades sanitarias.
🏭 Frigoríficos:
- Deben declarar todos los dispositivos electrónicos al ingreso.
- Recuperar, desactivar y destruir los identificadores tras la faena.
- Informar inconsistencias al servicio de inspección.
- En caso de no recuperar un microchip, esa porción de carne deberá ser declarada no apta para consumo humano.
🐄 Remates feria y mercados concentradores:
- Tienen la obligación de declarar los dispositivos de los animales ingresados.
- Deben notificar de inmediato al SENASA ante cualquier irregularidad.
🚚 Movimientos de animales:
- Todos los traslados deberán ampararse con Documento de Tránsito electrónico (DT-e) y una Tarjeta de Registro Individual
UN PASO CLAVE PARA LA TRANSPARENCIA Y LA COMPETITIVIDAD
Más allá de su obligatoriedad, la trazabilidad electrónica representa un salto tecnológico y organizativo para el sistema ganadero argentino.
Permite identificar y monitorear individualmente cada animal, reducir errores en el registro de datos, mejorar la gestión sanitaria y acceder a información precisa en tiempo real.
A nivel comercial, esta medida también alinea al país con los requisitos de los principales mercados internacionales, que exigen trazabilidad completa como garantía de seguridad alimentaria y sostenibilidad productiva.
En palabras de SENASA, esta implementación busca “fortalecer la sanidad animal, optimizar los procesos de producción y comercialización, y garantizar la transparencia en todos los eslabones de la cadena”.
La adopción de tecnologías RFID y sistemas digitales unificados —como SIGSA y SIGBIOTRAZA— permitirá consolidar una base de datos nacional más confiable, contribuyendo al seguimiento sanitario, la certificación de origen y la apertura de nuevos mercados.
La transición hacia un sistema electrónico presenta desafíos logísticos, económicos y de capacitación.
Requiere una planificación conjunta entre productores, frigoríficos, consignatarios y organismos oficiales, además de una adecuada provisión de dispositivos certificados y lectores compatibles.
También será fundamental el acompañamiento técnico para pequeños y medianos productores, quienes deberán adaptar sus rutinas de manejo y registro a los nuevos sistemas digitales.
En este contexto, la capacitación y la asistencia técnica se vuelven herramientas estratégicas para garantizar que la trazabilidad electrónica se implemente de forma ordenada, eficiente y equitativa en todo el territorio.
UNA MIRADA DESDE AGROGLOBAL
Desde AgroGlobal, entendemos que la trazabilidad electrónica no solo representa una exigencia normativa, sino una oportunidad para modernizar y profesionalizar la cadena ganadera argentina.
El control individual de los animales, el registro digital y la posibilidad de acceder a información en tiempo real fortalecen la seguridad, la eficiencia y la reputación del producto cárnico argentino ante el mundo.
A través de nuestras formaciones técnicas, como la Diplomatura en Calidad de Res y Carne Bovina, y del trabajo especializado de la Consultora Cárnica AgroGlobal, acompañamos este proceso brindando conocimiento aplicado, herramientas tecnológicas y asesoramiento técnico a empresas y profesionales del sector.
La implementación de este nuevo sistema es, sin duda, un paso histórico. Pero su éxito dependerá de un compromiso colectivo: productores, frigoríficos, técnicos y organismos trabajando juntos para lograr un objetivo común —una carne trazable, confiable y con identidad argentina.
Nicolás Carbonell
Ing. Agr. M. Sc.
Es Ingeniero Agrónomo egresado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y Máster en Bienestar Animal por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), España
Actualmente, se desempeña como director de AgroGlobal, un centro de innovación y educación agroindustrial que impulsa la capacitación y profesionalización del sector. Además, es director del programa Welfair Local Partner, actuando como representante del Sello de Bienestar Animal Welfair en Argentina y auditor del esquema de certificación de bienestar animal de IRTA.
Su principal enfoque es la promoción, vinculación y profesionalización de la industria alimentaria a través de la dirección y co-creación de proyectos de aplicación tecnológica, con un fuerte compromiso en la implementación de estándares de bienestar animal que mejoren la competitividad y sostenibilidad del sector.
