En el marco del ciclo de AgroConferencias que organizamos junto a la Secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC, una de las primeras temáticas abordadas fue “Las empresas familiares en el COVID-19, debilidades y oportunidades”. 

La charla se llevó a cabo en el mes de mayo de este año y estuvo a cargo del Lic. y Contador Claudio Lomello, especialista en Empresas Familiares, docente de AgroGlobal y otras universidades de Argentina y Latinoamérica, y de Daniel Caon, Gerente General del Grupo Caon.  

En la misma se abordaron diferentes temáticas vinculadas a la supervivencia, armonía y competencias necesarias a desarrollar por las empresas familiares en el contexto actual que estamos atravesando a partir de una conversación entre Claudio Lomello y las experiencias del Grupo Caon. 

En esta nota trataremos de ampliar la temática a partir de una conversación con el Lic. Lomello, quien nos comenta un poco sobre la importancia de las Empresas Familiares en la sociedad, la redacción de los Protocolos Familiares y la situación actual.  

Ver la grabación de la AgroConferencia haciendo click aquí.  


En primer lugar, el especialista nos comenta que la elección de la temática para la AgroConferencia, sobre todo en estos escenarios que nos toca atravesar, no fue casual: 

Además, nos comentó que más allá de estos datos económicos, entendemos que la familia es el pilar de los valores de cualquier sociedad, en términos de solidaridad, integración, afectos, tradiciones, cohesión y el sentido de pertenencia a la “comunidad”. 

La continuidad de las Empresas Familiares no debería ser solo la preocupación de la familia, sino de la sociedad en su conjunto, ya que las mismas no son solo sustento de trabajo, sino también de unión y armonía en las regiones en las que se desenvuelven”, agregó. 

En este sentido, Claudio comenta que, a pesar de su importancia y trascendencia, tanto en términos empresariales como afectivos, la temática no es tratada de una manera sistemática e interdisciplinaria, cuando en realidad se trata de un abordaje apasionante, dinámico, interdisciplinario y que requiere un análisis exhaustivo 

“Muchas veces la palabra de Empresa familiar se asocia a una pequeña organización…pero no es precisamente el tamaño lo que la define sino…que la propiedad y/o la gestión, estén en manos de una familia, que tiene vocación de continuidad a través del tiempo y por generaciones”, comentó.  

Siguiendo con esto, vocación de continuidad es una palabra crítica y al hablar de continuidad tenemos que pensar en transición, en crecimiento y a su vez crecimiento involucra profesionalización, nuevas demandas y paradigmas y maneras de pensar y organizarse. En este sentido menciona que el Protocolo Familiar es un gran aliado… 

Conversando con él y a partir de su experiencia ayudando a muchas empresas familiares en la redacción del Protocolo Familiar, nos cuenta que este proceso debe ser un espacio en el que la familia se encuentre, en forma coordinada con un especialista, para dialogar, buscar soluciones a situaciones que indefectiblemente se presentarán en el futuro y que de no estar las reglas claras se prestarán para discusiones, improvisaciones y/o conflictos que pueden llevar a la ruptura de los vínculos más familiares, más allá de la continuidad de la Empresa Familiar. 

En definitiva, se buscará dejar resuelto aquellos aspectos que atentan contra la sustentabilidad de la Empresa Familiar, no perdiendo de vista que detrás de esta “organización productiva”, hay vínculos afectos…y muchos puestos de trabajo que dependen de la supervivencia de la Empresa Familiar… 

Por último, y en relación a la situación actual que nos toca atravesar por la pandemia del COVID-19, Claudio mencionó: “El compromiso, la unión, relaciones estrechas con los colaboradores, que en alguna medida forman parte de la “familia”, en el sentido de comunidad de la palabra, visión de largo plazo, vocación de continuidad del proyecto económico/familiar/sentimental, que tienen la empresa familiar termina siendo una gran ventaja competitiva y una gran apuesta para continuar más allá de las dificultades del momento. Nosotros creemos que, en esta época en particular del coronavirus y de crisis en general, las empresas familiares tienen una fortaleza adicional… ya que continuar el legado no solo es una necesidad económica, sino, muchas veces, un imperativo moral de la familia y su comunidad interna 

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