*Nota basada en la agroconferencia sobre silajes del Ing. Agr. Fernando Clemente, de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros 

El silaje es una técnica aplicada a la conservación de forraje de alta calidad. El concepto principal a destacar es el de CONSERVACIÓN, esto significa lograr mantener y cuidar las propiedades y características del material con el paso del tiempo. La misma se da por vía húmeda, dando lugar, a partir de la presencia de microorganismos y en ausencia de oxígeno, a una serie de procesos químicos y biológicos a partir de los cuales se obtiene un alimento de calidad semejante a la del forraje en estado verde.  

Es importante destacar que ningún proceso de conservación mejora la calidad inicial del material. Entonces, a la hora de hacer un ensilaje tenemos que tener en cuenta que calidad potencial del silaje es el cultivo en pie, por lo que el objetivo principal es mantener la calidad del cultivo hasta que llegue a la boca del animal. 

Podemos clasificar dos grandes métodos de conservación: 

  1. Atmósfera normal: no se cambian condiciones de gases atmosféricos. Un ejemplo son los silos de chama, hormigón o granos secos; o en heno en forma de rollos y fardos. 
  1. Atmósfera modificada: Le cambiamos las condiciones de gases atmosféricos a través de un proceso fermentativo o sin fermentación.

Luego de haber definido en líneas generales lo que es el silaje, podemos contrastar con otros dos conceptos que usualmente pueden confundirse: 

Tendencias de silaje en Argentina 

A continuación se muestran las cifras de la campaña de los años 2018 y 2019: 

*Fuente Cámara argentina de contratistas forrajeras. 

Tendencia de uso de silaje a nivel mundial 

Hay una tendencia a aumentar la participación de silaje, principalmente de forraje, en las dietas de los rodeos tanto de leche como de producción de carne, sobre todo silo de maíz y de alfalfa.  

Los desafíos a tener en cuenta:  

  1. Mejorar la utilización de Nitrógeno. Reducir la proteólisis de la proteína durante la etapa de ensilado (toda la proteína que cosechamos, cuando llega al animal debe estar al mayor porcentaje disponible y digerible; durante el proceso de conservación no tengamos algún mecanismo que nos haga perder esa proteína). 
  2. Concentrar mayores niveles de energías en silajes de maíz, es decir, más almidón. Debemos buscar maíces con buena producción de granos. 
  3. Aumentar niveles de fibra digestible. Necesitamos que esta fibra sea altamente digestible y aprovechable para el animal. Esto se puede realizar mediante: 

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